LA MAGIA DEĀ LAS POSADAS: EL PROFUNDO SIGNIFICADO DE LA PIĆATA DEĀ SIETE PICOS
- Roberto Quintero M.
- hace 8 horas
- 2 Min. de lectura

Una Tradición que Ilumina Diciembre
Agua Prieta, Sonora.-
Con la llegada de diciembre tambiĆ©n inician las esperadas posadas, celebraciones que este 2025 se llevarĆ”n a cabo del martes 16 al miĆ©rcoles 24 de diciembre, llenando hogares y calles de ponche calientito, tamales y alegrĆa. Entre todos los elementos que caracterizan estas fiestas, uno destaca por su simbolismo y colorido: la piƱata de siete picos, una tradición que muchos disfrutan, pero pocos conocen en profundidad.
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Un sĆmbolo con historia: los siete picos
La clÔsica piñata en forma de estrella no solo adorna los festejos decembrinos: es una representación de los siete pecados capitales. Cada pico simboliza una tentación que el ser humano debe vencer:
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Soberbia: la idea de sentirse superior a los demƔs.
Avaricia: el deseo desmedido de acumular riquezas.
Lujuria: impulsos intensos vinculados al placer.
Ira: pƩrdida de la calma y dominio por el enojo.
Gula: comer o beber en exceso.
Envidia: incomodidad por lo que otros poseen.
Pereza: falta de motivación o esfuerzo.
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Golpear la piñata: una batalla simbólica
La tradicional prƔctica de vendar los ojos a quien intenta romper la piƱata tiene un profundo significado: la fe, la confianza para avanzar sin ver. Golpearla representa la lucha espiritual contra el mal, y cuando finalmente se rompe, simboliza la victoria sobre las tentaciones.
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La lluvia de dulces: bendiciones que caen del cielo
Cuando la piƱata estalla y los dulces y frutas se esparcen por el suelo, esa abundancia expresa las bendiciones y gracias divinas que llegan tras vencer el mal y mantenerse firme en la fe. Por eso, mƔs allƔ de ser un juego, es un acto lleno de significado.
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Una tradición que une a México
La piƱata de siete picos es mucho mĆ”s que un adorno: es historia, espiritualidad y alegrĆa. Cada diciembre, vuelve a unir a familias y amigos alrededor de su colorido estallido, recordĆ”ndonos que, con perseverancia, fe y esperanza, siempre hay luz al final del camino.
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Una tradición que perdura, que educa y que, año con año, sigue iluminando las posadas mexicanas.




