GALLINA PINTA: EL SABOR SONORENSE QUE CONQUISTA POR TRADICIÓN Y ORIGEN
- Roberto Quintero M.
- 10 abr
- 2 Min. de lectura

Sonora, México.-
Uno de los platillos más tradicionales y representativos de la gastronomía sonorense es, sin duda, la Gallina Pinta, un caldo nutritivo y de profundo sabor que ha trascendido generaciones y continúa siendo parte esencial de la cocina regional.
A pesar de lo que su nombre podría sugerir, este platillo no lleva gallina entre sus ingredientes. En realidad, su preparación se basa en tres pilares de la alimentación mexicana: frijol, maíz cacahuazintle y carne de res (comúnmente chambarete o rabo).
Estos ingredientes, cocidos lentamente, dan como resultado un caldo espeso y sabroso que se sirve como plato principal a la hora de la comida.
¿Por qué se llama Gallina Pinta?
Existen varias versiones en torno al curioso nombre de este platillo. Una de las historias más populares cuenta que, mientras un grupo de rancheros cocinaba esta receta improvisada tras una larga jornada en el campo, una gallina moteada —o "pinta"— saltó sobre la cazuela, provocando risas y el grito espontáneo de "¡cuidado con la gallina pinta!". Desde entonces, el nombre quedó grabado en la tradición popular.
Sin embargo, la explicación más aceptada por los sonorenses es más visual: los colores del frijol y el maíz mezclados en el caldo recuerdan el plumaje manchado de una gallina pinta, dando así sentido al nombre sin necesidad de incluir ave alguna en la receta.
Orígenes humildes, sabor duradero
La Gallina Pinta tiene raíces rurales. Se dice que nació de la creatividad de los rancheros sonorenses, quienes al regresar del campo reunían los ingredientes que tuvieran a la mano para preparar un alimento sustancioso: frijoles, maíz y carne. El resultado fue tan satisfactorio que se convirtió en costumbre, y con el tiempo, en una tradición.
Hoy, este platillo suele servirse con cebolla picada, cilantro fresco y chiltepín en polvo, además de ir acompañado de pan con mantequilla, elementos que intensifican su sabor y lo hacen aún más característico del norte del país.
La Gallina Pinta es más que un caldo; es una muestra del ingenio, la cultura y el sabor de Sonora. Un platillo que, aunque sencillo en origen, ha llegado a ser emblema de la identidad gastronómica de toda una región.