top of page
Buscar

FALLECE JOSÉ "PEPE" MUJICA, EL PRESIDENTE MÁS QUERIDO Y HUMILDE DEL MUNDO

  • Roberto Quintero M.
  • 13 may
  • 2 Min. de lectura



Montevideo, Uruguay.-

El mundo despide con profundo pesar a José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay (2010-2015) y símbolo viviente de la humildad y la coherencia política. El anuncio oficial de su fallecimiento fue realizado por el presidente Yamandú Orsi, quien expresó en redes sociales:

 

“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido.

 

Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.”

Mujica, conocido internacionalmente como “el presidente más pobre del mundo”, había anunciado públicamente en abril de 2024 que padecía cáncer de esófago. Aquel día, visiblemente sereno, enfrentó las cámaras con su habitual franqueza para revelar su diagnóstico. Siguieron meses de intensos tratamientos, con 32 sesiones de radioterapia, internaciones, altibajos y una recuperación dolorosa. Pero en enero de 2025, en una entrevista concedida al semanario Búsqueda, dio a conocer que el cáncer había hecho metástasis. Fue entonces cuando se despidió del pueblo uruguayo con un simple y honesto: “Hasta acá llegué.”

 



Pidió privacidad y calma. Quería pasar sus últimos días en su chacra, rodeado de sus plantas, su tractor y sus recuerdos. Pero su magnetismo era imposible de contener. Aún debilitado, continuó siendo un referente activo: recibió visitas de mandatarios, artistas, periodistas y jóvenes militantes. Asistió incluso a la asunción del nuevo Parlamento y del presidente entrante, demostrando hasta el final su compromiso con la vida política.

 

De guerrillero a presidente, una vida de novela

Mujica fue mucho más que un presidente: fue un símbolo. Ex guerrillero tupamaro, pasó casi 15 años preso durante la dictadura militar uruguaya, parte de ellos en condiciones inhumanas. Tras la recuperación democrática, se integró a la política formal y se convirtió en uno de los líderes más queridos de la izquierda latinoamericana.

 

Durante su presidencia se mantuvo fiel a su estilo de vida austero: donaba gran parte de su salario, vivía en una modesta chacra y conducía su viejo Volkswagen escarabajo.

 

Para él, la presidencia fue "una pavada", como dijo en su última entrevista, porque consideraba que la verdadera política debía estar al servicio de la gente, no del poder.

 

Pepe Mujica se va, pero deja una huella imborrable. Su legado de honestidad, humildad y pensamiento crítico vivirá en las nuevas generaciones que aún encuentran en él un faro moral en tiempos de confusión.

 
 
bottom of page